Los niños pasaron el dia pescando y bañandose en la laguna. Observaron tres condores y, como buenos talquinos, almorzaron asado.



Los niños voliveron felices, no paraban de decirme que me perdí un gran paseo.
No sé si la vida me alcance para tanto mail, blog, fandom, facebook y otras yerbas por el estilo. La vida en Talca me trata bien, y no puedo menos que celebrala.
Amo el mercado local, es un espacio democrático, en donde se juntan todos los talquinos sin distinción. Los olores citricos, frutosos y a flores. Las nueces, quesos y especies. Todo en un contexto alegre. Chiquillos persiguiendo al payaso, un conjunto que toca rancheras; la vieja con chancletas y el distinguido señor que busca un salmón para el domingo.
Tengo mis caseras, esas que me preguntan por los niños y le mandan saludos a mi marido; que dan yapa y te dejan pasar a la trastienda para seleccionar lo mejorcito.
El maule es el granero de Chile, aqui las verduras tienen sabor "de verdad", si no me crees comete un tomate.
El crea es ruidoso y alegre, sin esa cosa plástica que tienen los mall.